y yo que la quise, cierto,
junto al jubón de cantina
que daba a la carretera
de unos labios parroquiales
y una campana encendida
y resultó la mirada franca
bajo una vieja de encina
de puño glorioso y fuerte
con ojos sin mentira......
con manos sin mentira.......
con boca sin mentira......
y todos juntos rezábamos
ante una virgen dolida
a petición de una vieja
de cinturita de plata
que se decía"la abuela"
cuando el rubor de su brisa
nos amaba sin causa
cuando éramos entonces
tan inocentes
como un regalo de cumpleaños.
2 comments:
Una mujer auténtica con pureza y verdad
algunos hostigadores la llaman puta
otros ingenuos madre.
Quizá todos tengan razón en un mundo sin pies ni cabeza.
Como un poeta que al morir da luz a un niño.
ahi la llevas, tiene caracter, y da la sensacion de profundidad !!bueno eso creo !!
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