Sunday, July 15, 2007




Mi madre no tuvo jardín

sino islas acantiladas

flotando, bajo el sol,en sus corales delicados.

No hubo una rama limpia

en su pupila sino muchos garrotes.

Qué tiempo aquel cuando corría, descalza,

sobre la cal de los orfelinatos

y no sabía reir

y podía siquiera mirar el horizonte.

Ella no tuvo el aposento del marfil,

ni la sala de mimbre,

ni el vitral silencioso del trópico.

Mi madre tuvo el canto y el pañuelo

para acunar la fe de mis entrañas,

para alzar su cabeza de reina desoída

y dejarnos sus manos, como piedras preciosas,

frente a los restos fríos de enemigo.



Nancy Morejón.

6 comments:

mar adentro said...

Wow...que manera tan bella de contar algo tan triste.

nacho said...

Órale... este poema llega, llaga.

Saludos onde quiera que andes...

nm

Anuar Jalife said...

llegue de casualidad a tu blog y me topé con una buena sorpresa... siempre es más difícil comentar los buenos poemas... quién es esta tal Nancy Morejón... muy buen gusto Solem

Blas Barajas, escritor said...

Dónde estás Solem, hace mucho tiempo que estoy buscandote :P

Sabes que conmigo no said...

vivo en phoenix y me la llevo muy feliz
gracias x us comments
de verdad
saludos

Cicuta drinker said...

Gracias por dejar este pedazode vida en el post, hermoso poema.